Una revancha histórica: ¿podrá Colombia romper su maldición en finales contra Brasil?

Con la final de la Copa América Femenina 2025 a la vuelta de la esquina, los aficionados al fútbol en todo el continente se preparan para un duelo electrizante entre dos gigantes del balompié sudamericano: Brasil y Colombia.

Los nervios están a flor de piel, ya que estas dos selecciones no solo luchan por el título más prestigioso del continente, sino también por el honor y la supremacía del fútbol femenino sudamericano. Brasil, una potencia histórica con ocho títulos en las últimas nueve ediciones, busca mantener su hegemonía. Mientras tanto, Colombia —que ha estado cerca en múltiples ocasiones— sueña con lograr su primera victoria oficial frente a las brasileñas.

La tensión viene creciendo desde el dramático encuentro en la fase de grupos, un empate sin goles que puso a prueba la resistencia brasileña tras quedarse con una jugadora menos desde muy temprano. Ambas selecciones ya tienen asegurado su lugar en los Juegos Olímpicos de 2028, por lo que este partido es pura gloria, orgullo y redención.

Un escenario de película

La final de la Copa América Femenina 2025 promete ser un evento espectacular, reflejo del crecimiento, la pasión y el nivel del fútbol femenino en Sudamérica.

El prestigio de la Copa América Femenina

La Copa América Femenina representa la cima del fútbol femenino en nuestro continente. Este torneo reúne a las mejores selecciones sudamericanas y ha ganado notoriedad internacional por su intensidad, calidad y talento emergente.

Cada edición ha marcado un antes y un después en la historia del deporte femenino. El torneo no solo impulsa a estrellas consolidadas, sino que sirve como plataforma para que nuevas figuras brillen ante el mundo. La lucha por la supremacía continental es también una batalla por el reconocimiento y la inspiración de futuras generaciones.

Sueños olímpicos y gloria eterna

La final de este año tiene un componente extra: ofrece clasificación directa a los Juegos Olímpicos de Los Ángeles 2028. Ese doble premio eleva aún más la importancia del partido.

Obtener un cupo olímpico es uno de los mayores logros en el deporte profesional. Competir en el escenario global representa un honor indescriptible, y esa motivación adicional se nota en cada entrenamiento, en cada jugada.

Pero más allá de lo olímpico, levantar el trofeo de la Copa América Femenina es símbolo de respeto, orgullo nacional y un impulso vital para el desarrollo del fútbol femenino en el país ganador.

Lo que dejó el último duelo

El choque en la fase de grupos entre Brasil y Colombia fue un anticipo apasionante de la final que se avecina.

Empate cargado de tensión

En el cierre del Grupo B, Brasil y Colombia empataron 0-0 en un encuentro cargado de emociones. Las brasileñas jugaron con diez desde el minuto 21 tras la expulsión de su arquera titular, Lorena, por tocar el balón fuera del área.

A pesar de tener superioridad numérica, Colombia no logró capitalizar. Hubo chances claras para ambos lados: Linda Caicedo estuvo cerca, Valerin Loboa casi anota con una chilena que pegó en el palo, y Yasmim de Brasil estremeció el travesaño con un tiro libre.

Las protagonistas opinan

Ese empate dejó sensaciones intensas en las jugadoras. Sus declaraciones muestran el enfoque y la mentalidad con la que llegan a la gran final.

Gio Garbelini, delantera brasileña, declaró con confianza:

“En el último partido jugamos con una menos y no pudieron hacernos daño. Ahora con once, vamos a dar la vida y vamos a llevarnos la victoria.”

La legendaria Marta también habló:

“Fue un partido difícil, pero el equipo nunca se rindió, se mantuvo firme. Eso es lo que haremos en la final: jugar a lo nuestro, sin miedo.”

Se reaviva una rivalidad legendaria

El Brasil vs. Colombia ya es clásico del fútbol femenino sudamericano. La historia, sin embargo, ha favorecido casi siempre al conjunto verdeamarelo.

Una final con cuentas pendientes

Este duelo reedita la final de la edición 2022, cuando Brasil venció por la mínima a Colombia en condición de local. Aquella vez, un penal de Debinha al minuto 39 bastó para que Brasil se quedara con su octavo título.

Fue una final pareja, señal de que la brecha se ha reducido. Pero también dejó la espina clavada para Colombia, que ve esta final como una oportunidad de oro para la revancha.

El sueño colombiano

Para Colombia, esta final no es solo una posibilidad de título. Es una misión pendiente: romper el maleficio ante Brasil en finales. Será su cuarta final de Copa América Femenina, habiendo perdido todas las anteriores frente a las brasileñas.

El recorrido cafetero en esta edición demuestra madurez, táctica y carácter. Actualmente ocupan el puesto 18 en el ranking FIFA, siendo la mejor selección sudamericana después de Brasil.

El estilo fluido y combativo de Colombia ha ganado respeto en todo el mundo. Ganar esta final sería mucho más que un título: sería una declaración de poderío, una señal de que el fútbol femenino colombiano ha llegado a la élite mundial.